El 31 de Julio de 2005 actuaba en el templete del Parque de El Carrascal nuestro vecino Jareño Anibal Gomez con su grupo Insulina and The Ponny Girls dejando a todo el público que allí estábamos boquiabiertos con su desparpajo y actitud sobre el escenario, indiscutiblemente ya era un artista.
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Motilla en el Grand Prix del verano de televisión
en 2007 Motilla del Palancar participó en el programa del Grand Prix del verano, presentado por Bertin Osborne.
Estas son fotografías de grupo antes de comenzar el viaje a los estudios de grabación.
Recuerdos imborrables para todos los que participaron y para los que disfrutamos viéndoles en televisión.
Motilla compitió contra Villafamés, puedes ver el 📽️video aqui 👉https://www.youtube.com/watch?v=SqNMrT50j7I
y consiguió clasificarse para la gran final,enfrentándose en esa ocasión a Ricote,📽️ pincha para ver este vídeo 👉https://www.youtube.com/watch?v=t26SjPfJNh0
Artículo de la web de la Asociacion Astronómica Hubble, agradecemos a Juan su permiso para publicarlo.
Mucha gente elegimos Motilla, ya que no es algo "al azar", se tienen diferentes variables desde si se quiere observar la parte central de la anularidad como hicimos nosotros, y otros aficionados que deciden ir a los márgenes para poder fotografiar un efecto por el que aparecen unas perlas en los bordes del sol cuando esta eclipsado, las condiciones climáticas de los años anteriores y la localización, en este aspecto Motilla del Palancar se encontró en una posición perfecta para observar, y las coordenadas Nasa de la anularidad coincidían con varias carreteras muy cercanas al municipio, así que todo perfecto, muchos llevábamos GPS para encontrar el punto exacto y eso propició que no solo nosotros, sino que mucha gente de Francia, Holanda etc.. llegaran a Motilla.
Como es habitual en estos eventos, los preparativos de última hora fruto de los nervios, hacen la hora de salida varie algo, por lo que esta tuvo que retrasarse hasta las 5:10h, 25 minutos después de la hora prevista, y con los maleteros llenos de material. Sin más preámbulos, tomamos rumbo a Montilla del Palancar, con unos 400 kilómetros por delante. Nos esperaba un precioso espectáculo: la perfección del ballet cósmico.
El viaje fue tranquilo, amenizado en algunos coches por la “coordinación” vía walkie de la expedición y un buen pincho de tortilla a medio camino. Al amanecer estábamos intranquilos con diversas nubes que aparecieron justo al este, aunque con una vez que se comentara bastaba .. Ya que aunque solo fuera por llevar la contraria a la insistencia de José Jiménez, las nubes fueron desapareciendo.
Nadie niega la belleza de este amanecer pero... no fue muy bien recibido
Sobre las 9,15 el GPS nos indicó la zona de observación en el eje del eclipse a unos 9 Km. Al norte de Motilla del Palancar, rápidamente empezamos a montar equipos, mientras algunos marcharon a por un merecido café; nuestra sorpresa fue mayúscula al observar la llegada de unos aficionados de Vélez Málaga, que igualmente habían sido guiados por esas mismas coordenadas, como también lo fueron una pareja de franceses con dos niños minutos más tarde.
Sobre las 9,15 el GPS nos indicó la zona de observación en el eje del eclipse a unos 9 Km. Al norte de Motilla del Palancar, rápidamente empezamos a montar equipos, mientras algunos marcharon a por un merecido café; nuestra sorpresa fue mayúscula al observar la llegada de unos aficionados de Vélez Málaga, que igualmente habían sido guiados por esas mismas coordenadas, como también lo fueron una pareja de franceses con dos niños minutos más tarde.
Los compañeros que se acercaron a tomar café comentaron que en los alrededores había diferentes aficionados en las zonas muertas de la carretera, por lo que nos quedamos más tranquilos al poder comprobar que estábamos en el lugar apropiado para observar este magnífico espectáculo que nos brinda el sistema solar.
Instalamos los diferentes telescopios, preparamos filtros para las cámaras y prismáticos, así como una webcam colocada sobre un catalejo que tomaría una instantánea cada 5 segundos en las siguientes horas. Tras unos minutos se produjo el primer contacto, de forma más rápida de la que creíamos, la luna empezaba a invadir terreno al sol, durante esos minutos se tomaron fotografías en piggy back y pudimos charlar sobre diferentes aspectos de la observación.
Cuando estábamos llegando a la anularidad se observó la sombra que proyectaba este en el suelo tras pasar la luz por las ramas de los árboles.
En el momento álgido del día, que duró poco más de cuatro minutos, la temperatura bajó de forma brusca y costaba bastante más mover los mandos del telescopio con los dedos aclimatándose a la nueva temperatura, lo que contribuye a unos minutos especiales en que uno respira más lento y procura disfrutar del momento, reteniendo cada segundo en que el sol queda reducido a un fino anillo.
Una vez terminado el momento de anularidad, la observación se volvió mucho más distendida, y ya lo más importante era el disfrute personal y el jugar con diferentes métodos de proyección.
A la hora de recoger pudimos charlar con los compañeros que se encontraban con el grupo Saros, que nos confirmaron que habían capturado algunas perlas de Baily que nosotros solamente llegamos a intuir.
De vuelta a casa ( y con retraso motivo de las diferentes obras a lo largo de la carretera ) paramos en un restaurante recomendado por Juanma de nombre “El Lorenzo”, donde además del cachondeo propio con el nombre y la fecha, llenamos el estómago con manjares de la tierra, entre los que estaban las judías con perdiz, el arroz al horno y diferentes asados de la zona mientras observábamos la noticia del eclipse en los diferentes canales, quedando impresionados por la cantidad de personas que estaban congregadas en el planetario de Madrid frente a la pantalla gigante, así como los equipos de aficionados en el campo de rugby de la complutense.
A la hora de recoger pudimos charlar con los compañeros que se encontraban con el grupo Saros, que nos confirmaron que habían capturado algunas perlas de Baily que nosotros solamente llegamos a intuir.
De vuelta a casa ( y con retraso motivo de las diferentes obras a lo largo de la carretera ) paramos en un restaurante recomendado por Juanma de nombre “El Lorenzo”, donde además del cachondeo propio con el nombre y la fecha, llenamos el estómago con manjares de la tierra, entre los que estaban las judías con perdiz, el arroz al horno y diferentes asados de la zona mientras observábamos la noticia del eclipse en los diferentes canales, quedando impresionados por la cantidad de personas que estaban congregadas en el planetario de Madrid frente a la pantalla gigante, así como los equipos de aficionados en el campo de rugby de la complutense.
TEXTO: Asociacion Astronomica Hubble, 2005 www.asociacionhubble.org
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